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El cuerpo espiritual

A muchos cristianos le podría oler a esoterismo, pero sepamos que todo lo que las tinieblas hacen, lo han copiado de lo que Dios Padre hizo.

Satanás es copiador y no creador, no tiene, como el hombre, esta "capacidad" creadora debido a ser hecho a la imagen de Dios, y esto no le gusta para nada.
Ojo, la capacidad creadora del hombre es caída, y, por tanto, menguada por su desobediencia, arrogancia y orgullo, y opera en el ámbito de la carne. 
Ya podemos ver a menudo el resultado… Por esto el ángel caído, trata de atribuirse dicha capacidad, pero es mentira como él es mentiroso y envidioso desde el principio.

Muchas personas buscan adentrarse en lugares que creen poder manejar, la mayoría en principio por curiosidad, y luego por búsqueda de poder y capacidades que no les pertenece.
 
Allí reinan tinieblas que les atraen por engaño y en la mayoría terminan por ser controlados por ellas. Lo más triste es que muchos no lo saben siquiera: piensan estar en la Luz, y son presos de la oscuridad.
 
Otros buscan asociarse con las tinieblas conscientemente, y esto resulta en posesión hasta corporal total (tenemos un ejemplo en el endemoniado Gadareno, relatado en los evangelios según Marcos y Lucas).

Relatos que no aparecen en la mayoría de las Biblias cristianas, como el "libro de Enoc" que es parte de los rollos del mar Muerto, coinciden con varios comentarios rabínicos de diferentes épocas.
 
Establecen escenas de participación de ángeles que según mi opinión personal son manipulaciones oscuras de la realidad espiritual, como lo he comentado en "La tierra, Edén, y el huerto". Esto se debe a que muchas veces se ha confundido el término "ángel" del original "mensajero" con los seres sobrenaturales que habitan en la dimensión espiritual.
 
Las escrituras nos muestran en muchas ocasiones que se pueden manifestar en la dimensión "natural" pero no tienen un cuerpo material como el nuestro. Lo demuestra la necesidad de espíritus inmundos de usar cuerpos de hombres o animales para actuar, o mantenerse en la dimensión natural, como lo muestran varios relatos bíblicos.

De hecho, el Espíritu y la Mente de Cristo, que mora de manera libremente consentida por ambas partes, en los creyentes, nos avisan que en ciertos relatos hay algo que no cuadra con la realidad espiritual.
 
Tengo que agregar que el hecho de "morar" no es para nada una "posesión" y no afecta para nada el libre albedrío del hombre. Se compara por ello, en las escrituras como un matrimonio libremente consentido por Amor.
 
Hagamos caso entonces al aviso y actuemos en consecuencia. Si no ocurre nada cuando nos enfrentamos a manipulaciones de las tinieblas, tal vez tengamos que cuestionar nuestra posición en el Reino de Dios.

El esoterismo en general habla mucho del universo exterior a la tierra, y se centra en ello el "cosmos" los astros, hablan de "cuerpo astral" y referencias semejantes, porque unen un universo natural a lo espiritual.
 
Esto es un engaño de las tinieblas: ellas se disfrazan de Luz, por esto Jesús advierte que hay una luz falsa:
 
"Pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad! " (Mateo 6:23).
 
Si nuestro ojo (entendimiento) es malo (errado), el cuerpo (ser) es oscuridad. Los iluminados por la verdadera Luz, que es Cristo, entienden que el universo es un reflejo de la dimensión espiritual, no el original y está ocupado ilegalmente por poderes tenebrosos.
 
No son pocos, los que han dado testimonio de haber salido de su cuerpo natural, en varias situaciones, como por ejemplo durante un paso por cirugía, creyentes o no.
De hecho he conocido personalmente personas que vivieron tal experiencia, su "cuerpo natural" estaba "muerto" mientras ellos estaban con Jesús en su "cuerpo espiritual" para al final "resucitar" reuniendo los "dos cuerpos"

Eso nos mostraría que tenemos lo que se podría llamar un “cuerpo espiritual” "integrado" en el natural, tal como lo tenía Jesús después de la resurrección. Pero ¿qué pasó con su cuerpo "terrenal" en su ascensión?; en efecto, Él no pudo ingresar en una dimensión "celestial" con ese cuerpo natural.
 
También lo mismo sucede en el episodio de la transfiguración:
 
"La apariencia de su rostro se hizo otra y resplandeció como el sol, y sus vestidos se hicieron resplandecientes, blancos como la luz, o como la nieve tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.
Y he aquí les aparecieron dos varones rodeados de gloria, que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén
". (Mt. 17:1-13 - Mr. 9:2-13; Lc. 9:28-36).

En varias ocasiones después de su resurrección, no reconocen a Jesús por su aspecto, sino por sus palabras o hechos y se mueve fuera de las reglas físicas convencionales, tal como Felipe en hechos 8:39:
 
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesárea.”.
 
También aparece en medio de una habitación, sin haberlo visto los discípulos entrar:
 
"Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado:
Estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, mientras ellos aún hablaban de estas cosas, vino Jesús, se puso en medio de ellos, les dijo:
    “Paz a vosotros”.
Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu; pero él les dijo:
    “¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad     mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no         tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”.
Y diciendo esto, les mostró las manos, los pies y el costado. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo:
    “¿Tenéis aquí algo de comer?”
. (Mt. 28:16-20 - Mr. 16:14-18 - Lc. 24:36-49 - Jn. 20:19-23).

¿Qué cuerpo tendrán aquellos que tengan parte en la resurrección en la tierra? Los que fueron incinerados y ya son polvo desde siglos (que llega a ser lo mismo), ¿o se pasearán como esqueletos? 😄.
 
Como tenemos patrón genético terrenal, tenemos uno espiritual, que guarda toda la información de nuestra apariencia: si no, ¿cómo Pedro, Juan y Jacobo pudieron reconocer a Moisés y Elías en la transfiguración de Jesús? No que sepan cuál era su apariencia original, no había "retratos" de esos hombres, sino que encima su identidad es inherente al cuerpo espiritual. Por esto los reconocieron.

Elías fue llevado en un "carro de fuego" (destrucción del cuerpo terrenal), Moisés "enterrado" por Dios buscando todos su cuerpo durante mucho tiempo.
El mismo, Enoc, "desapareció" del ámbito natural, y otros de quién no se sabe.
 
De Pablo nada se sabe después de sus dos años en Roma; sin embargo, visitado por mucha gente, ni rastro. Solo se hicieron conjeturas, personalmente creo que tuvo una experiencia similar a la de Elías, posiblemente igual por Juan en Patmos.
 
Creo que mucha gente ha tenido esa experiencia, aunque no se sepa de ello. Hasta tiene una explicación que no se opone a lo que se sabe hoy día científicamente. Esto lo comentaré en otro artículo.

Ahora voy a las "experiencias" esotéricas de personas que disocian su cuerpo espiritual, del cuerpo material. Es tremenda ignorancia, falta de temor, y engaño tenebroso.
 
Primero es tomar un control que no les pertenece, ya que el ser humano pertenece al creador, y el querer disponer de cualquiera de sus partes a su antojo es manifestación de su caída; negación de autoridad divina.
Luego, por ende, se exponen a que su alma, y hasta posteriormente su cuerpo natural, estén "ocupados" por espíritus malignos.
Estos espíritus, como lo describió Jesús, están siempre en busca de seres asequibles:
 
"Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando llega, la halla barrida y adornada. Entonces va, y toma otros siete espíritus peores que él; y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero” (Mt. 12:38-45 - Lc. 11:24-32).
 
Esto no dudan en conseguirlo por engaño. Esto es posible porque la persona se sale voluntariamente de la protección de Dios, sino, Él jamás lo permitiría. Tal como en Edén, hicieron lo que se les advirtió no hacer. Y las consecuencias son terribles. 

Allí hay una advertencia a Creyentes de no atreverse a manipulaciones propias de su cuerpo espiritual, que les podrían llevar a las mismas consecuencias que a cualquiera.
 
Hasta el momento de la transformación, por muerte física del cuerpo natural, jamás puede ser disociado del espiritual. Como en el caso de Esteban, puede ser "envuelto" por este y desplazado entonces a cualquier punto del espacio físico. Pero esto es únicamente por acción del Espíritu Santo y no por decisión unilateral del hombre.

El acceso a dimensiones celestiales (espirituales), no es posible para el cuerpo físico. Por esto dice Pablo:
 
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados, incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad".(1 Cor. 15:51-53)

¿Llegaremos a pensar que la resurrección será como una película de zombis? No, los muertos resucitarán incorruptibles, es decir, en "cuerpo espiritual".
Ciertas personas temen la incineración de sus cuerpos físicos después de morir, a causa de la resurrección, pero esto es fruto no solo de ignorancia espiritual, pero igualmente natural, ya que el cuerpo termina igualmente siendo polvo con los años.

No sé cuántos habrán tenido incluso experiencia de conocer la presencia de ese “cuerpo” que está “superpuesto” al cuerpo natural, y como dijo W. Nee, tenemos que saber “dónde” está nuestro espíritu.
 
Se puede intuir que el “cuerpo natural” no está apto para desafiar las leyes de la física que conocemos, pero el otro sí. Así es como creo que Jesús lo hizo; Felipe, y Pedro caminando sobre el agua.
Enoc llegó a tal punto de elevación espiritual, que ya su cuerpo natural “desapareció” de esta dimensión. Dicen las escrituras que "Dios se lo llevó". No podía permanecer debido al estado de su cuerpo espiritual "completo".

Tal como el Espíritu Santo en los Creyentes busca potenciar su espíritu por encima del alma, recuperando así el orden inicial pre-caída, también el cuerpo espiritual lo hace sobre el natural.
 
Así, Moisés estuvo a los 120 años como a los 40, y su rostro "brillaba" de la presencia de Dios; esto no es un atributo natural del cuerpo humano.
Más aumenta la comunión, e intimidad con Dios, más se desarrolla el cuerpo espiritual y predomina por encima del natural,
 
La consecuencia es un retroceso de la corrupción del cuerpo natural por la caída, que tal vez algunos hayan experimentado, otros todavía no.

Creyentes sinceros y temerosos de Dios pueden rechazar tales experiencias. Esto es normal, debido a las manifestaciones oscuras que sabemos, existen en cuanto a esto. Pero muchos han rechazado experiencias que venían por parte de Dios por miedo y religiosidad, y se encuentran en consecuencia fuera de juego.
No es anormal buscar tales experiencias con prudencia y búsqueda constante de la comunión con el Padre.

Un caso es el del habla en lenguas, tan desacreditado todavía por muchos cristianos, a pesar de haberse manifestado claramente para multitudes, y tener sostén bíblico.
Ha habido exageraciones e imitaciones, es muy cierto, como lo ha habido en muchas manifestaciones sobrenaturales.
El despecho por no haber recibido un don (porque en ese caso es repartido según el Espíritu) puede producir rechazo. Pero no olvidemos que para recibir un don hay que pedirlo, como lo señala Pablo:
 
"Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios." (1 Cor. 14:1-2).

Personalmente, puedo testificar de tal experiencia del lenguaje espiritual.
Ocurrió mismo antes de haber oído de ello, y llegué a pensar que desvariaba. No hablé de ello con nadie hasta que supe por otros creyentes que no era anormal.
 
Esto me ha ayudado a entender que no tenemos que guiarnos por conceptos mentales, sino por lo que Dios nos revela, luego contrastarlo también por las escrituras, y no por dogmas humanos.
 
Para terminar, reitero la advertencia del peligro de hacer un uso indebido de nuestro cuerpo espiritual, y ni siquiera empezar a pensar en un poder personal.
 
Todo don es para edificar el Reino de los Cielos en la tierra, y si nos beneficia en algo, resulta de Ello.