Windows, vulnerabilidad, telemetría y la importancia de la soberanía digital
Aunque pueda parecer un tema extremo, es necesario que los usuarios comprendan con claridad las debilidades estructurales de Windows frente a los virus, las infecciones informáticas y el control de datos. La realidad es sobria: este sistema operativo permite, por su diseño, niveles de vulnerabilidad, telemetría y espionaje que muchos desconocen.
1. Vulnerabilidad estructural de Windows
Windows no es un sistema inseguro por accidente, sino por diseño. Su núcleo monolítico, las capas históricas heredadas (DOS, Win32, NT) y su arquitectura orientada al mercado doméstico hacen que la superficie de ataque sea enorme. El registro del sistema permite modificaciones profundas, y muchos componentes internos se ejecutan con privilegios elevados sin intervención del usuario.
Como resultado, Windows encabeza cada año las estadísticas de vulnerabilidades críticas (CVE públicas). Linux, en cambio, se basa en un núcleo modular, permisos estrictos, procesos aislados y repositorios firmados. Su diseño es más seguro desde la base.
2. Telemetría y recopilación de datos
Microsoft reconoce que Windows 10 y 11 recopilan datos de uso, actividad, búsqueda, diagnóstico y patrones del sistema. Incluso en el modo de “privacidad máxima”, parte de esta telemetría continúa activa. Este comportamiento ha sido confirmado por ingenieros de seguridad, universidades y agencias de protección de datos.
El usuario no tiene control real sobre esta comunicación. La telemetría es parte integral del sistema, y no puede desactivarse completamente.
3. Riesgo de espionaje comercial, estatal e industrial
No se trata de afirmar que Windows “espía”, sino de reconocer que permite ser utilizado para ello. Su integración con servicios en la nube, su código cerrado, las APIs internas y la compatibilidad con miles de herramientas de vigilancia lo convierten en un entorno idóneo para acceder a información del usuario.
Las filtraciones públicas de 2013 mostraron que Windows formaba parte del programa PRISM, permitiendo acceso masivo a datos almacenados en servidores de grandes empresas tecnológicas. Es un hecho histórico documentado.
Linux no tiene telemetría obligatoria, su código es auditable y el usuario controla lo que instala.
4. Riesgo individual: malware, ransomware y spyware
La mayoría de ataques informáticos dirigidos al usuario particular, como ransomware, troyanos bancarios, spyware comercial o programas de control doméstico, están orientados a Windows. Esto se debe a dos razones: su posición dominante y su arquitectura permisiva.
Linux no es invulnerable, pero su modelo de seguridad (permisos estrictos, procesos aislados, instalación desde repositorios) hace mucho más difícil un ataque global. Un usuario privado obtiene un nivel de protección significativamente superior.
5. Gobiernos que han adoptado Linux por seguridad y soberanía
Muchos gobiernos han comenzado a adoptar Linux en sus sistemas por razones claras: seguridad, eficiencia, soberanía tecnológica y coste cero en licencias. Lo importante es que lo que puede hacer un Estado también puede hacerlo un usuario doméstico sin experiencia, con resultados excelentes.
Alemania
El Ministerio Federal del Interior y la oficina BSI han reconocido que Linux ofrece mayor soberanía digital. Varias ciudades lo han usado durante años en su administración.
Francia
La Gendarmería Nacional ha migrado más de 70.000 equipos a Linux. El Senado y la Asamblea Nacional también utilizan sistemas basados en Linux. Las razones son oficiales: seguridad, ahorro y autonomía.
España
Comunidades autónomas como Extremadura, Andalucía, Valencia y Madrid utilizan Linux en educación y administración. Miles de centros educativos funcionan íntegramente sobre Linux.
India
El gobierno desarrolló su propia distribución, BOSS Linux, para uso público y militar. El motivo principal es la seguridad nacional.
China
Utiliza Kylin Linux en sistemas gubernamentales y militares. Razones: seguridad y reducción de dependencia extranjera.
Brasil
Administraciones federales y municipales migran a Linux desde hace dos décadas, con grandes ahorros económicos y mayor control del sistema.
Estados Unidos
La NASA usa Linux desde hace años en estaciones espaciales y servidores. El Departamento de Defensa lo utiliza en infraestructuras críticas. Razón: seguridad superior y auditabilidad del código.
7. Sudamérica: gobiernos y organismos que han adoptado Linux
Además de Brasil, varios países de Sudamérica han adoptado Linux en administración pública, educación y programas de soberanía tecnológica. La tendencia es clara: seguridad, ahorro y autonomía digital.
Argentina
El Estado utiliza Huayra Linux en el programa Conectar Igualdad. Miles de netbooks educativas funcionan con Linux. Desde 2004 existen políticas públicas que favorecen el software libre.
Perú
Desde 2005, una ley nacional recomienda el uso de software libre en la administración pública. Varios organismos estatales utilizan distribuciones Linux por motivos de transparencia y seguridad.
Uruguay
El Plan Ceibal adoptó Linux en las laptops XO distribuidas en centros educativos. Más de 700.000 estudiantes utilizan GNU/Linux diariamente.
Venezuela
El Estado desarrolló su propia distribución, Canaima GNU/Linux, utilizada en miles de equipos de la administración pública y en sistemas educativos.
Chile
Agencias públicas utilizan Linux en servidores, y muchas escuelas emplean Edulinux, una distribución local basada en Ubuntu.
Ecuador
Adopción parcial en instituciones estatales y proyectos educativos que emplean distribuciones Linux en universidades y centros públicos.
Colombia
Varias entidades gubernamentales utilizan Linux en infraestructuras y programas de gobierno digital, además de implementaciones en educación superior.
Estos casos muestran que Linux no es una alternativa marginal, sino una herramienta fiable y profesional, adoptada cuando se busca seguridad, independencia tecnológica y sostenibilidad económica.
6. Conclusión: libertad y responsabilidad tecnológica
La cuestión no es afirmar que Windows es “malo”, sino reconocer que es un sistema orientado al control corporativo, la telemetría y la dependencia del usuario. Su estructura lo hace intrínsecamente vulnerable.
Linux, por el contrario, representa un enfoque basado en la seguridad, la transparencia, la colaboración y la independencia. Para gobiernos, empresas y usuarios particulares, es una alternativa real y práctica a la servidumbre tecnológica
Muchos dicen: “yo no tengo nada que esconder”. Y puede ser cierto. Pero quien alguna vez ha sufrido suplantación de identidad, fraudes bancarios u otros abusos digitales, sabe que no se trata de esconder nada, sino de proteger lo que uno es.
Estos hechos destruyen la vida práctica en minutos, y casi siempre se descubren cuando ya es demasiado tarde. La seguridad no es para los que “tienen secretos”, es para cualquiera que quiera conservar su libertad y su identidad en un mundo que, por defecto, registra, analiza y almacena todo.
Si el Reino en nuestra vida implica vivir en libertad, también es coherente aplicarlo a lo que usamos cada día, incluso en la tecnología.