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El ayuno el paño y los odres

Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los hijos de la desposada* tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.” (Mateo 9:14-15).
*He corregido la mala traducción del original “los que están de bodas”

Los discípulos de Juan Bautista y los fariseos no entendían por qué los discípulos de Jesús no ayunaban. Jesús explica que el esposo (Él mismo) está con sus discípulos (el conjunto de los creyentes es la esposa. Aquí literalmente : los hijos de la desposada), no necesitan elevarse espiritualmente para estar con El, ya que su presencia les ilumina. Luego explica que cuando les sea quitado (su partida a la dimensión celestial) entonces necesitarán elevarse para estar de nuevo en su presencia.
Esto hasta el derramamiento del Espíritu Santo, ya que se cumple la promesa de Jesús en ese tremendo pasaje:

Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” ( Juan 14:15:21)

Por lo tanto dice que si se Le ama (como la esposa al esposo), y le obedece (como los discípulos hacían cuando lo seguían a dondequiera, y le obedecían en todo lo posible), entonces ya no se es huérfano, porque se es Hijo del Creador, y nos acompaña dónde estemos porque mora en nosotros (en nuestro espíritu). Esta condición en lenguaje “teológico” ( no me agrada especialmente la “teología”) se llama “regeneración”. Es pasar de un estado de muerte a vida espiritual, a estar en unidad con Dios.
Por lo tanto el ayuno no es necesario como medio de elevación espiritual.

Primero habría que definir lo que es “ayuno” espiritualmente. No solo habla de privación de alimento sino también puede serlo de necesidad humana en general, por dar un ejemplo bastante actual se podría “ayunar” de redes sociales (muy duro para muchos), de televisión, de sesión deportiva, de actividad sexual, y muchísimas cosas mas que corresponden a lo que la mente o el cuerpo requieren y pueden llegar a ser una necesidad apremiante como el alimento.

Generalmente el concepto de “ayuno” es bastante confuso, porque en su nivel mas bajo
es mas una actitud religiosa que espiritual, y hasta corresponde a una actitud de negociar con Dios para recibir atención. Esto no funciona para nada, y mas bien puede producir el efecto contrario, ya que la persona que por ejercicio de dominio propio (que no es malo en absoluto) llega generalmente a pensar haber alcanzado un nivel espiritual se engaña a si misma y a los demás sintiéndose superior a ellos.
Es una posición totalmente mental al opuesto de lo espiritual, ya que el motivo no es el amor, sino una desmedida elevación del alma. Y si el motivo no es este entonces puede llevar, si la persona no cumple sus expectativas, a un camino aun mas peligroso de condenación que conduce a una forma de ascetismo y hasta masoquismo.

Jesús nos dice que si estamos unidos con El no necesitamos ayunar para ello. Esta unidad no se consigue con quebrantar el alma, sino con amarlo sintiéndose parte de ese hermoso conjunto de personas redimidas y unidas en espíritu que El llama “esposa”. El lo definió así para que tengamos una referencia afectiva de la pasión de los novios recién “casados”. Saliendo del ámbito religioso y social lo calificaría de la pasión de hombre y mujer altamente comprometidos en su unidad. 
Realmente querer conseguir una unidad mas estrecha con Dios por la restricción del alma es un contrasentido.

Me preguntaran entonces: ¿ porque ayunó Jesús cuarenta días en el desierto, además llevado por el Espíritu, tras ser bautizado ? Porque esa tarea que cumplió, como todo lo demás hasta la cruz, era parte de las cargas y necesidades del hombre que El llevo sobre si mismo. Lo que El hizo nadie tiene que repetirlo para alcanzar el nivel de elevación que El tenía. Sino ¿ porque hubiera ordenado a los discípulos ser perfectos como el Padre sin que ayunen ni entren en practicas religiosas ?
La perfección (literalmente madurez) ya la alcanzó El para todos.

Abro una paréntesis para señalar que la redención no empieza en la cruz, sino desde su nacimiento. Su camino en la tierra no es solo un ejemplo y el establecimiento de los conceptos de Reino, sino el cumplimiento de todo lo anunciado por las profecías en su vida, para todos. Por esto dice que el no vino para anular la Ley (Palabra, no mandamientos) sino cumplirla. Cuando se esta unido a El todo esta terminado: se puede Amar a Dios y su prójimo como a si mismo, lo que es la meta suprema que como lo dijo cumple todo requerimiento.

Luego Jesús sigue: 

Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.” (Mateo 9:16-17).

¿que tiene que ver con lo primero? Mucho ya que cuando El habla no se puede separar partes de su discurso. Hasta que termine todo esta relacionado. En las dos metáforas que emplea, se habla de aplicar lo nuevo sobre lo viejo y llenar viejo con nuevo. Habla de externo (paño) y interno (odre). Y esto está muy relacionado con la unidad espiritual.

No se puede aplicar los conceptos espirituales del reino (nuevos) , sobre conceptos religiosos (viejos), y no se puede llenar el alma vieja (no renovada) con conceptos de reino (nuevos).
Los fariseos intentaban hacer cuadrar sus conceptos religiosos con las enseñanzas de Jesús, y todo quedaba peor que antes, se escandalizaban y lo agredían cegados por su orgullo espiritual. Su apariencia religiosa no podía cuadrar con las demandas espirituales de Cristo. Aquellos religiosos que si tenían un corazón humilde delante de su creador y de los hombres, como Nicodemo, pudieron recibir el mensaje de Reino: las Palabras de Jésus.

Es peor en lo interno, es decir el alma, Los regenerados pueden recibir los conceptos de Reino ya que su espíritu es el odre que puede recibir el vino espiritual y lo va destilando en el alma hasta que los viejos conceptos mentales se “emborrachen” y no puedan contrarrestar los espirituales. Esta regeneración es la unidad con Dios en Cristo de la que dio Jesús testimonio en la tierra. Esta imagen de conceptos borrachos sonara bastante raro, pero me ha parecido justa para explicar lo que enunció Jesús. Sabiendo que la alimentación espiritual tiene que ser constante dado que cuando pasa la borrachera el alma vuelve al ataque con sus conceptos viejos.

Esta regeneración, es condicionada por la unidad en Amor con Cristo revelado por el Jesús-hombre, el “hijo del hombre” como él se cualificaba, siendo él la encarnación total de todos los conceptos espirituales en un ser humano sin corrupción genética original. La “fe” es el producto de la regeneración, el motor que permite al hombre poner en práctica los conceptos enunciados por Jesús, y que estos produzcan frutos.

Sin la fe, confianza en Dios Soberano, no se puede aplicar estos conceptos sin ser derrotado en algún momento (la casa construida en la arena). Por ejemplo como poder no robar mentir y engañar en la vida en ese sistema, sin confiar que si hacemos así, Dios nos proveerá todo lo necesario. Realmente los conceptos de Reino de Jesús están por todas partes en todos los pueblos, pero al no ser aplicados con fe, con el apoyo firme en la provisión del Creador que nos acompaña como Padre en todas nuestras necesidades, se pierden como el vino de los odres viejos.

Además se habla de Cristo como la piedra angular. ¿que era la piedra angular ?
En esos tiempos cuando un edificio se construía con piedras talladas, la del ángulo era perfectamente dimensionada y su perpendicularidad hacía que las cuatro paredes pudieran coincidir, si no era así el edificio estaba deformado.
Los conceptos enunciado por Jesús son los que permiten construir un conjunto homogéneo, tanto en lo individual como global.