F

Las ovejas y los cabritos

 Mateo 25:31-33:

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas ; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

        La palabra “naciones” esta mal traducida del original: ἔθνος (édsnos) → raza, tribu, pueblo foráneo en ese contexto no judío, por implicación pagano, lo que llamaban los Judíos “goim”. Se ha deducido que se reúnen todas las naciones delante de Cristo, mezclados hijos de Dios, y los que no son. No es así: lo volvemos a ver en el verso 40: “ Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”. 

        Los hermanos de Cristo ¿quienes son? : los hijos de Dios Padre, entonces aquellos reunidos delante de Él no son sus hermanos, por lo tanto no son Hijos del Padre. Es el juicio de las “naciones” no el de los Hijos de Dios, quién no pasan por el juicio, ya que han sido lavados por la Sangre del Cordero, al aceptar Cristo en su vida.

        Versos 34-36;41: “Entonces el Rey (Cristo), dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” Les llama “benditos de mi padre” porque han actuado con sus hijos de esta manera. “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

        Jesus anuncia claramente que esto se produce en el “juicio de los goim”, cuando viene con sus “santos mensajeros” que no son seres sobrenaturales: (la palabra “ángel” מַלְאָךְ" (mal'ach) cuya raíz de esta palabra en hebreo es "לאך" (lamed-alef-kaf), que significa "enviar". Por lo tanto, "mal'ach" se traduce como "mensajero" o "enviado". En griego, la palabra para "ángel" es "ἄγγελος" (ángelos). La raíz de esta palabra en griego es "ἀγγέλλω" (angello), que también significa "enviar" o "anunciar". Al igual que en hebreo, la palabra "ángel" en griego se refiere a un mensajero o enviado.

        Se puede perfectamente a la luz de una traducción sin influencia doctrinal, considerar este evento es en la tierra y no en los cielos (siglo venidero), es justo el nexo entre los dos el momento de la transformación de todas las cosas: la expresión “todos los santos ángeles con él” la palabra "μετά" se traduce por “con” mientras que en ese contexto tendría que ser “en medio”. Por lo tanto tendría que ser traducido: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los enviados en medio de él ” (la palabra “santos” no existe en el texto original, ni en traducciones en otros idiomas).

        La gloria de Hijo del Hombre (Jesús), se manifiesta en medio de su pueblo, sus Hermanos Hijos del Padre, y no en medio de los ángeles de Dios que son seres “sobrenaturales” (que no pertenecen al ámbito natural). Así que tenemos que situar este evento en su lugar correcto: en la tierra física.                   

        Sabemos que la salvación eterna, es por reconciliación con el Padre por la Sangre de Cristo, que fue derramada en la tierra como sacrificio suficiente para toda la humanidad. Un entendimiento equivocado de las escrituras nos lleva a pensar que los Hijos de Dios se encuentran solamente en unos ámbitos específicos, es decir en templos "hechos de mano de hombre", cuando realmente están desparramados por las "naciones": los "Goim".
        Por otra parte ciertas doctrinas consideran que todos son hijos de Dios, que es una exageración de lo visto antes, y es totalmente anti-escritural, se acaba de ver antes, porque hay dos pueblos: los hijos y los "goim". Y aquí acabamos de ver que los reunidos para juicio son los "extranjeros"  y parece complicado situar esa escena en la tierra ya que unos heredan el Reino y otros al "al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles". No dice "con el diablo y sus ángeles". Ahora sabemos que el Reino empieza en la tierra, y el "fuego eterno" también.

Lo que entonces molesta aquí, es que si juntamos todo esto en un cuadro temporal y no espiritual, ya no funciona nada: de un lado la salvación por la Sangre de Cristo, por fe y aceptación, y del otro condenación y salvación por actos (no haber hecho o si haber hecho). Lo que hay que entender es que es un concepto  espiritual: El Reino  de Dios,  se manifiesta  aquí en la tierra  desde que vino Jesús (ver ¿ Cuando vendrá el reino ? ), y el "fuego eterno" también se manifiesta aquí. Los dos son una extensión de la dimensión espiritual en lo natural, que en algún momento se unirá (la parusía ) en su establecimiento completo y definitivo. Se puede entender el Reino como dilatándose hasta llenarlo todo, cielos (dimensión espiritual) y tierra (dimensión natural), para no dejar al final espacio para las tinieblas. Por esto todo lo que pertenece a ellas: Satanás, sus ángeles sobrenaturales y los naturales (personas que se asocian à él) desaparecen como la oscuridad en un lugar lleno de luz:

        "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar (la oscuridad) ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén (el Reino), descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron." (Apocalipsis 21:1-4).