En el capítulo 2, cuando le dice su mujer:
“¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Y él le contesta: “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?
La Palabra entonces concluye: “Y En todo esto no pecó Job con sus labios.”
La palabra usada para “maldice” es בָּרַךְ (barak). Esa palabra aparece 330 veces en la bíblia, y la única vez que se traduce por “maldecir” es en ese pasaje de Job 2:9, el resto es traducido por “bendecir” Porque se supone que el texto original a usado barak como un eufemismo, es decir para no usar la palabra maldecir hacía Dios porque era muy fuerte.
Pero la respuesta de Job indica otra cosa, es que en todos los aspectos de su vida, siempre bendecía a su Creador, y le daba gracias continuamente en toda situación, ¿ no nos recuerda Romanos 8:28: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Creo que lo que dice su mujer a Job, era una ironía, porque como ocurriera a cualquier creyente que da gracias a Dios incluso por sus desventuras sería burlado por los incrédulos, la actitud de reverencia de Job en semejante situación era insoportable por la mente ajena, y creo que tenía que haberse traducido: “¡sigue bendiciendo a Dios hasta la muerte!”
Así que la integridad profunda de Job, era su confianza y reverencia en Dios, y de allí no se movía un milímetro. Sabemos que el origen de todo pecado es la incredulidad, y Job era un hombre de fe, y amaba profundamente a Dios. Podía haber puesto fin a sus días, como muchos hubieran hecho, pero se limita a pedir que Dios que se lo lleve, y saber porque ocurría todo esto.
Allí estaba cualidad distintiva de Job “como ningún otro en la tierra”.